Las ratas y ratones entran a los restaurantes en búsqueda de alimento y agua. El mayor problema que suponen es que pueden traer con ellos diversas enfermedades, además de contaminar la comida. Esto hace que tanto los trabajadores del restaurante como la gente que acude a comer allí caigan enfermos.
Es fundamental que sepas cómo entran estos animales a tu restaurante para prevenirlo, al igual que saber acabar con ellos si ya están dentro.
¿Por qué son tan peligrosos los roedores?
El mayor peligro que acarrean los ratones y las ratas son las enfermedades que pueden portar. Pueden poner en gran riesgo la salud de las personas, por lo que hay que evitar a toda costa que estos roedores se cuelen dentro de tu restaurante.
Existen diversas enfermedades de las que pueden ser portadores tanto ratones como ratas, entre las que encontramos el hantavirus, la salmonela, etc.
¿Qué sucede si aparece una rata en un restaurante?
Encontrarse con un roedor dentro del establecimiento es un problema, aparte de por el riesgo para la salud como hemos dicho anteriormente, ya que lo más seguro es que haya más. Asegúrate de encontrar el lugar del restaurante donde se esconden estos roedores y acabar con todos ellos lo antes posible, ¡la salud de tus clientes y la reputación de tu restaurante corren peligro!
¿Cómo entran los roedores a un restaurante?
La principal vía de entrada para roedores suelen ser huecos de pequeño tamaño o grietas. Es por ello que es fundamental que tapes o selles cualquier pequeño hueco que te encuentres, especialmente los que están cerca del suelo.
Otra causa puede ser que se cuelen por tuberías o sistemas de aire acondicionado incluso. Presta especial atención a estos, ya que, de lo contrario, puede que entren a tu restaurante estos roedores sin que te des siquiera cuenta.
¿Cómo actuar en caso de encontrar roedores dentro del restaurante?
Todos estamos de acuerdo en que la solución es echarlos o acabar con ellos, el problema es el método.
La solución más práctica es llamar a un equipo de profesionales en eliminar roedores, que se encargarán de hacer el trabajo por ti. Suele ser la mejor alternativa, ya que su eficacia es total y acabarán con todos los roedores que hayan entrado al establecimiento.
Una vez hayas echado a estas ratas o ratones, el siguiente paso será asegurarse de que no vuelvan a entrar. Sé precavido con el material que entra a tu restaurante, elimina todos los restos de actividad de estos roedores y tapa todos los agujeros que te encuentres y les puedan servir como entrada.