La invasión de chinches en lugares públicos como el transporte, cines y hospitales en París ha desatado una alarma que ha sacudido las redes sociales y ha llamado la atención de las autoridades. Emmanuel Grégoire, el vicealcalde de París, hizo una advertencia impactante en la televisión: «Nadie está a salvo de estos insectos. Puedes encontrarlos en cualquier lugar y llevarlos contigo a casa sin darte cuenta hasta que ya se han multiplicado y extendido». Para hacer frente a esta situación, se han desplegado unidades de perros rastreadores para inspeccionar los trenes y el metro de París en busca de chinches, tras varias denuncias de infestaciones.
A pesar de que este problema parezca distante, en realidad nos afecta mucho más de lo que pensamos. La capital francesa se encuentra más cerca de España de lo que imaginamos, y lamentablemente, las chinches ya han cruzado la frontera. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ha emitido un comunicado de alerta, señalando que la presencia de estos insectos se ha convertido en un problema emergente que afecta a casi todo el mundo, incluyendo a España. Óscar Soriano, científico titular del CSIC que investiga el impacto de los artrópodos en la salud humana, advierte: «Llevamos años conviviendo con estos insectos, y lo preocupante es que su población no deja de crecer». Los primeros indicios de su presencia se encontraron en cárceles, pero han logrado escapar y ahora se están propagando en nuestros hogares. «Prácticamente a diario, nos encontramos con personas que aseguran tener chinches en sus casas», advierte Soriano.
Cuando su vivienda se ve invadida por estos molestos insectos, solo las empresas especializadas en el control de plagas, como Abiomed Higiene, cuentan con la combinación de métodos y herramientas necesarias para eliminar los chinches, y aún así, esta tarea resulta sumamente desafiante. La noticia reconfortante es que, a pesar de las molestas picaduras de las chinches y la presencia de agentes infecciosos en su saliva, hasta la fecha no se han registrado conexiones con enfermedades humanas, y salvo en casos de reacciones alérgicas, las chinches no representan una amenaza seria para nuestra salud. Sin embargo, sus picaduras suelen provocar irritación en la piel, intensa comezón y dejan una característica marca de color marrón en la epidermis.