Tratamiento para evitar la degradación de la madera de uso estructural

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Carcoma: Tratamiento químico

La Asociación Nacional de Empresas de Protección de la Madera (ANEPROMA) recuerda la obligatoriedad de realizar tratamientos protectores en la madera que se incorpora a una edificación, que variará en función de la clase de uso que se le dé al elemento. En un artículo firmado por el secretario general, José Miguel Solís Trapero, ANEPROMA explica aspectos de la normativa, los tratamientos y las nuevas tendencias en la protección de la madera estructural.

En el artículo ¿Es obligatoria la protección de la madera?, publicado en el portal interempresas.net y firmado por J.M. Solis Trapero (ANEPROMA), se aclaran habituales dudas de profesionales de la construcción ante la necesidad o no de tratar la madera de uso estructural y sobre el tratamiento adecuado para evitar que esta se degrade.

Solis hace referencia a la normativa vigente y concisa recogida en el Código Técnico de la Edificación (CTE) aprobado mediante el Real Decreto 314/2006:

En concreto, en el capítulo 3 del Documento de Seguridad Estructural de Madera (DB-SEM) del CTE se especifica en qué circunstancias la madera de uso estructural, debe recibir un tratamiento: «aquella que se incorpora a una edificación y que estará sometida a acciones o cargas permanentes, debe recibir un tratamiento en función de la clase de uso en la que se ubique el elemento».

Identificar la clase de uso

Resulta fundamental que se identifique para cada elemento de madera que se integra en una obra, la clase de uso correspondiente según la norma EN 335, ya que de esta clasificación depende el grado de humedad que alcanzará o puede alcanzar la madera durante su vida de servicio, así como los ataques biológicos asociados (hongos cromógenos, hongos de pudrición, anóbidos, cerambícidos, termitas, etc.).

En los tratamientos de madera debe controlarse la penetración y retención del producto protector, en función de la clase de uso en la que se encuentra la madera y la especie de madera elegida, pues no todas las especies pueden ser impregnadas y utilizadas para todas las clases de uso.

Diseño constructivo optimizado

Se ha de fomentar la búsqueda de un adecuado diseño constructivo, con el objetivo de evitar acumulaciones de agua y, en caso de no poder eludir este hecho, que existan por un lado, una aireación adecuada que evite condensaciones, y por otro, vías de evacuación para el agua, para que este proceso ocurra con la mayor rapidez posible.

Se trata, en definitiva, de proyectar los elementos constructivos para minimizar el riesgo de ataques biológicos, consecuencia de una humectación excesiva del material.

Uso de protectores biocidas

Cabe señalar que existen exposiciones y especies de madera que poseen una baja durabilidad natural, aspecto o característica intrínseca de la madera que se define según los estándares de la norma EN 350.

En estas situaciones resulta imprescindible la realización de un tratamiento de la madera mediante el uso de protectores biocidas, denominados TP 8, aptos para la madera, aspecto que puede consultarse en la norma EN 460 que relaciona la clase de uso designada para el elemento de madera y la durabilidad frente al riesgo biológico, obteniendo como resultado la información necesaria para decidir si se debe aumentar esta durabilidad natural de la madera mediante el tratamiento químico.

En caso de realización del tratamiento (protector y preventivo) debe controlarse la penetración del tratamiento (como se especifica en la norma EN 351) y la retención de materias activas (biocidas) que presenta la madera tratada, gracias a los procesos de fijación de estos productos químicos TP 8.

Estos datos, que fundamentan la calidad de un tratamiento, han de ser facilitados siempre por el fabricante, tras la superación de los ensayos definidos en la norma EN 599.

Nuevas tendencias

Dentro del sector de la protección de la madera se están realizando grandes avances científicos como la madera modificada, nuevo concepto de tratamiento preventivo en ausencia de biocidas, buscando evitar el uso de productos químicos en aras de un mayor respeto, si cabe, hacia el medio ambiente.

Ejemplo de estos nuevos sistemas de protección son los que se están llevando a cabo en obras de Europa y España como la madera termotratada, la madera acetilada y otros.

Normalización

En la actualidad, Aneproma está efectuando un importante trabajo dentro del Comité Técnico de Normalización 56 (madera y corcho) de Aenor, concretamente en el subcomité 4 ‘Protección de Madera’, para desarrollar los cambios normativos que mejoren y optimicen el tratamiento protector de la madera de uso estructural y que serán, en un futuro próximo, incorporados a las disposiciones legales del Código Técnico de la Edificación.

Además, debido a que el campo de aplicación de la madera es muy amplio, se ha comenzado la normalización de dos exposiciones más, las referidas a madera de uso para carpintería, en la que se fijarán las especificaciones adecuadas para una protección química exitosa y madera de clase de uso 4 o madera agrícola, cuyos requisitos serán muy similares a los de la madera en contacto con el suelo y/o agua dulce.

Aneproma pretende identificar toda la tipología de exposiciones de riesgo que generen potenciales problemas en el uso de madera, con el fin de estandarizar y normalizar su tratamiento y obtener, como resultado, el adecuado comportamiento de la madera en servicio.

Fuente: Artículo ¿Es obligatoria la protección de la madera? publicado en  Interempresas

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